COMENTARIO CRÍTICO
Se trata de un artículo de opinión escrito por Lola Clavero
que apareció publicado en La Opinión de
Málaga el 3 de enero de 2014.
La intención de la autora es convencernos de que el aborto
es un crimen.
Estoy de acuerdo con la autora en que abortar es un crimen,
un asesinato. Con ello se atenta al derecho a la vida. Para mí, desde el
momento de la concepción se ha creado una vida. En el útero materno crece una
personita con un corazón que late lleno de vida. Es carne de tu carne, se trata
de tu hijo, comparte tu mismo ADN, tus rasgos físicos, tus comportamientos y
aptitudes.
El aborto provoca serios problemas emocionales como
remordimiento, ansiedad, depresión, pérdida de autoestima, insomnio, pesadillas,
dificultades para concentrarse. Incluso las mujeres que no reciben terapia
profesional pueden terminar suicidándose.
Hoy en día existen gran cantidad de medios para evitar un
embarazo no deseado. Lo más seguro es usar el preservativo y negarse al acto
sexual si el hombre no quiere usarlo pues además de un posible embarazo, se
pueden contraer enfermedades de transmisión sexual. La juventud actualmente
recibe gran cantidad de información acerca de este tema, con las charlas de
educación sexual que se imparten en los colegios. Tener un hijo es una gran
responsabilidad y una niña no puede hacer frente a ello. Por eso, tiene que
tomar precauciones, pero no sólo la fémina sino también el niño.
Cada día se ve a más jóvenes que en una noche loca quedan
embarazadas y sus novios las abandonan convirtiéndose en madres solteras cuyos
padres se hacen cargos de sus nietos. Esto a su vez conlleva que las
adolescentes dejen los estudios y se produzcan problemas en la casa. También
están las parejas jóvenes con niños que se independizan sin tener ninguno de
los dos un trabajo y sus padres se hacen responsables del pago de la vivienda.
En la cultura gitana, los niños se casan demasiado pronto,
más o menos a la edad de 16 años y antes de cumplir la mayoría de edad ya
tienen más de un hijo. Bajo mi punto de vista, a esta edad todavía no se ha
madurado lo suficiente como para contraer matrimonio y mucho menos para hacerse
cargo de un hijo, no digamos ya más de uno. Tampoco se está preparado para
llevar las riendas de un hogar. Además, la mayoría de las niñas dejan los
estudios porque es lo que les han enseñado. Son muy pocas las mujeres gitanas
que siguen con sus estudios y si continúan con su formación tienen que
abandonar su hogar.
Las mujeres tenemos que aprender a decir NO a los hombres
que sólo quieren abusar de nosotras, pasar un buen rato y después nos abandonan.
No nos pueden obligar a abortar porque la decisión es de ambos. Tenemos que
escoger bien al padre de nuestros hijos.
Una mujer llamada Emily abortó en dos ocasiones lo que la
dejó marcada para toda la vida. Ella abortó por amor a su novio, porque él
sabía como chantajearle y le hizo creer que lo estaba condenando por querer al
bebé y le dio unas pastillas, abortó y la tuvieron que internar, además pudo
perder la vida porque tenía una fuerte infección. Su novio se drogaba y empezó
a hacerlo ella también, a veces le golpeaba porque decía que le amaba, volvió a
quedar embarazada y volvió a abortar. Sus padres se enteraron e intentó
suicidarse pero no funcionó. Emily tiene una grave anemia y ha perdido mucho
peso pero dice que el dolor que siente en el corazón es más fuerte que el
físico y que no existe medicina para eso. No hay día en su vida que no se
arrepienta de lo que hizo.
Aunque la mujer es la principal víctima del aborto, no
debemos olvidarnos del padre. Si bien en muchos casos los embarazos son
productos de relaciones esporádicas en las que el padre sólo está implicado
físicamente, un buen número de padres sufre por el niño que la madre ha
decidido eliminar. Las leyes del aborto otorgan a la mujer el derecho a decidir
y a controlar la reproducción y los hombres permanecen al margen. El hombre
siente remordimientos, depresión, frustración y no suelen hablarlo con sus
parejas por temor a que pueda interpretarse como un signo de debilidad.
En la actualidad, el aborto no está permitido en ningún caso
por lo que se están produciendo numerosas manifestaciones en contra de ello.
Los protestantes creen que prohibir el aborto significa un retroceso en los
derechos humanos y de las mujeres.
En el único caso que estoy a favor del aborto es cuando el
niño es fruto de una violación, pues ese niño es no deseado, crecerá sin un
padre y sin cariño por parte de su madre pues es el resultado de una situación
violenta, traumática, dolorosa.
En conclusión, estoy de acuerdo en prohibir el aborto menos
en el caso de violación.