Comentario crítico del contenido del texto
Es una opinión de
un periodista llamado Amador Rivera, redactor de
El Periódico de Extremadura sobre los
niños robados. En los últimos años, la sociedad española
se ha visto sobrecogida con este tema pues es una tragedia
colectiva que ha desmoronado la vida de miles de personas que un día
descubrieron que habían sido separadas de sus madres al nacer.
La intención del autor es hacernos
reflexionar y ponernos en el lugar de esos padres que vivieron en una
mentira. Por otro lado, también nos hace pensar que deberíamos
estar agradecidos y porque hemos tenido
buena suerte al haber crecido con nuestra verdadera familia.
Voy a comentar primero si estoy de
acuerdo o no con el autor y el porqué, por consiguiente hablaré
sobre qué haría yo si fuera una niña robada, luego os informaré
sobre la serie televisiva que hubo en Telecinco sobre niños robados;
seguiré hablando sobre varios casos dados y terminaré con una
conclusión de todo lo dicho anteriormente.
Por un lado no estoy de acuerdo con el
autor en que no se le dé importancia al tema ya que últimamente se ha hablado de niños robados con series
televisivas como es la de “Niños robados” de Telecinco y
con la noticia que nos trajo el año pasado una monja que fue acusada
de robar niños. Por otro, estoy de acuerdo porque hay que saber
tener empatía con el afectado, aunque no podamos sentirlo de forma
similar, y sería justo que la familia, cuando supiera la mala
noticia; pudiera encontrar a su hijo/a. Me parece sorprendente cómo
llegamos a ser los seres humanos a cambio de dinero.
Yo, si fuera niña robada. y ya me
hubiera comentado mi familia política a una cierta edad que no son
mis padres, sentiría por dentro algo de traición y a la vez pena
por no saber el por qué del abandono. Aún así en cuanto me
enterara de lo sucedido acudiría al hospital donde nací por si me
pudieran dar datos de aquel día. En el caso de que me dijeran que no
dan esa información, intentaría buscar por una página de contactos
como Facebook hasta conseguir encontrar a mi familia biológica. Sé
que es fácil decirlo y muy difícil el conseguirlo, seguramente
habrá muchas familias que no sabrán ni que son robados o han
intentado buscar durante años y algunos han tenido buena suerte de
encontrarlos, y otros en cambio o siguen buscando o se dan por
vencidos. Cuando supiera de quién soy familia, les haría muchas
preguntas pero la principal sería el porqué del abandono. Mis
padres al decirme que en el hospital le dijeron que en el parto morí,
enseguida denunciaríamos al hospital por si hay más familias con el
mismo caso que el mío o para no haber más niños robados. En
conclusión, buscaría a mi familia biológica porque tendría
curiosidad por conocerlos y también plantearles varias cuestiones.
Telecinco estrenó una miniserie llamada
Niños robados, dirigida por Salvador Calvo, se basa en los
numerosos casos de robos de bebés acaecidos en España durante los
años 70. Producida por Telecinco en colaboración con MOD
Producciones. La película relata la historia de dos jóvenes que se
ven forzadas a afrontar sus embarazos y partos en solitario en la
casa de acogida de una congregación religiosa madrileña, donde
interviene Sor Eulalia (una monja que se dedicó a facilitar la venta
de niños). Adriana Ugarte hace de Susana, una joven ejecutiva
dinámica y decidida que tras el nacimiento de su primer hijo ve cómo
su mundo se resquebraja al descubrir que no es quien cree ser. Por su
parte, Emilio Gutiérrez Caba interpreta al Dr. Mena, un ginecólogo
de prestigio que lleva a cabo una siniestra actividad lucrativa en su
consulta. Con un media de 4.079.000 de espectadores y un 22,3% de
share, la ficción de Telecinco se situó como el espacio más visto
del día.
Con esta noticia puedo confirmar que a
la gran mayoría de la población española les interesa este tema
suponiendo también que están al tanto de esto. Con las estadísticas
presentadas, podemos deducir que fue una gran miniserie ya que llegó
a ser incluso el espacio más visto en el día que lo emitieron. Yo
no he visto la serie ya que es un tema delicado que preferiría
evitarlo en ese sentido ya que es un tema triste.
A continuación
os presentaré varios testimonios en Málaga de personas que buscan a
sus hijos ya que aún no han sido encontrados:
Lola González,
dio a luz en 1957 en el Hospital Civil.
"Fue un rapto, y los raptos no
prescriben"
"El 29 de
octubre de 1957 me puse de parto en el Hospital Civil de Málaga. Yo
tenía 18 años, estaba recién casada y tuve un bebé de cuatro
kilos y medio. Se lo llevaron y a los diez minutos me dijeron que
había muerto. Me quedé trastocada, lloraba mucho y no me lo
quisieron enseñar. Me dijeron que lo enterraban en el jardín del
hospital", relata. Esta afectada asegura que, si su bebé
falleció, tendría que estar en algún cementerio, pero no hay
ningún documento ni rastro que lo acredite. "En los archivos de
la Diputación encontré un certificado de defunción de un bebé con
seis meses de gestación, que falleció por asfixia, pero esos datos
no son ciertos. Si nadie lo vio, ¿dónde está mi hijo?", se
pregunta.
Dice que
empezó hace 15 años a buscar papeles y que, tras presentar
denuncia, su caso está archivado por falta de pruebas y por
prescripción de delitos. "Lo que pasó fue un rapto y los
raptos no prescriben por lo poco que yo entiendo. Queremos que
alguien nos escuche, que se reabran los casos y que nos den abogados
de oficio y procuradores"
La comunicación de esta enfermera es
inaudita ya que eso de que hayan enterrado a su recién
nacido en el jardín de ese mismo hospital no tiene ni pies ni
cabeza, es algo ilógico. Por ello, la he seleccionado porque me
parece sorprendente la excusa tan irónica que le comunica.
Sagrario
Castillo, su madre dio a luz en 1952 en el hospital de Antequera.
"Mi madre era ciega y por eso le
quitaron a la niña"
Los padres de
Sagrario eran ciegos y por eso ella está convencida de que fueron
una víctima fácil de esa supuesta trama de robos de niños. Mi
madre tuvo una niña en Antequera. A las 48 horas del parto, estaba
dándole el pecho al bebé y vino una enfermera y se lo llevó un
momento. Al rato se lo volvieron a traer y le dijeron que estaba
dormida, pero mi madre la empezó a tocar y se dio cuenta de que
estaba fría como un carámbano, dice la afectada, que asegura
que le cambiaron el bebé a su madre aprovechando su discapacidad
visual. Denuncié el caso y me han contestado que lo van a investigar
pero como hay tantos… Quiero que me costeen las prueba de ADN, que
son 120 euros y que las introduzcan en una base de datos.
Este testimonio lo he elegido porque me
parece impactante pues nos dice que la madre es ciega y por esto la
enfermera tiene el acceso más fácil a la hora del cambio de bebé,
ya que la madre lo único que siente su cuerpo es cuando toca la piel
de su hija. A la hora del cambio, nos dice que tocó a su supuesta
hija muerta y su cuerpo era frío.
“Sor María, que a sus 87 años
sufría de diversos problemas de salud, estaba imputada por el
presunto robo de bebés en clínicas
madrileñas por los delitos de detención ilegal y falsedad en
documento público. Había sido citada para declarar el pasado 18 de
enero de 2013 tras la denuncia de una mujer por
la supuesta desaparición de dos gemelas nacidas en la clínica Santa
Cristina en 1981, pero la declaración fue aplazada por motivos de
salud. El abogado de la religiosa presentó unos informes médicos en
el Juzgado de Instrucción número 50 de Madrid para solicitar el
aplazamiento. Según los documentos alegaban una insuficiencia
cardíaca. La religiosa compareció también como imputada el pasado
12 de abril después de que otra mujer le
acusara de haberle arrebatado a su hija en marzo de 1982 tras dar a
luz en la misma clínica de Santa Cristina. Sor María se acogió a
su derecho de no declarar ante el juez y abandonó los juzgados de
Plaza de Castilla sin hacer declaraciones. En una carta abierta, Sor
María negó las acusaciones y aseguró que le repugna la separación
de un recién nacido de su madre bajo amenazas. El abogado de Sor
María no ha querido realizar ninguna declaración a este diario. La
presidenta de la asociación de SOS Bebés Robados, Mª
Cruz Rodrigo Hernández, ha mostrado su pesar por el hecho de que sor
María no haya hablado antes de morir para tener la conciencia
tranquila.”
Esta noticia nos sirve para darnos
cuenta de cómo los seres humanos podemos llegar a ser tan salvajes
a la hora de hablar de dinero. Para colmo, esta monja no ha querido
prestar declaraciones ante el juez para poder resolver las dudas de
muchas familias.
En conclusión, obtengo, por un lado, que
estoy de acuerdo con el autor cuando dice que deberíamos empatizarnos con
las familias afectadas. Con la miniserie de Telecinco podemos saber
que los españoles estamos concienciados de este tema por el alto
porcentaje que ha visto esa serie donde nos cuenta dos casos de niños
robados en el seno de su madre. Por último, informo sobre Sor María,
una monja imputada por robar niños y que murió sin dar testimonio
alguno. Extraigo, pues, que por dinero
llegamos a ser muy crueles.
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